Alejandro Esis - ¿Cuándo debemos acudir a un coach?

 

Cuando presentamos problemas, bien sean personales o laborales, que ya no podemos manejar y que sentimos que se nos escapan de las manos, se busca una asesoría o ayuda profesional para salir lo más rápido y mejor posible de la situación que atravesamos.

Muchos son los especialistas que pueden ayudar a solucionar estos problemas, entre ellos psicólogos, siquiatras y el coach. Pero, ¿sabemos cuándo solicitar este tipo de servicios?

Una de las alertas que se “prenden” para solicitar ayuda de un coach es cuando la persona no se encuentra 100% satisfecha con el trabajo que está realizando o con la vida que tiene y no sabe cómo cambiar la situación.

Es allí cuando el coach interviene e identifica cuál es la raíz del problema y cómo se puede alcanzar una solución a largo plazo. Es importante destacar que existen diversos tipos de servicios de coaching, desde el empresarial, que está destinado a este tipo de organizaciones; y los emocionales, que son más personales; entre otros.

Otro factor que determina cuándo solicitar ayuda a un coach es cuando se quiere dejar un mal hábito (fumar, tomar, ser inconstante, entre otros), los cuales impiden que la persona pueda alcanzar todos sus objetivos y darle un cambio radical a su vida.

En este punto, es importante comenzar un proceso de coaching para que la persona deje de sentirse un poco perdida y pueda volver a tomar las riendas de su vida. Esto ocurre muy a menudo con los adolescentes, ya que pasan por una etapa difícil en sus vidas, que es dejar de ser niños para convertirse en adultos, convirtiéndose en un período, en muchos casos, caótico para ellos.

El coach en este caso orienta a la persona a buscar las posibles soluciones del problema, le da herramientas para solucionarlos y, a su vez, la persona es escuchada y atendida en todo momento.

Además, el coach también puede ayudar si una persona se siente laboralmente estancada. Esto sucede muy seguido, cuando alguien ya ve su trabajo como algo rutinario y pierde la chispa del entusiasmo que muchos desean mantener a lo largo del tiempo.

En esos casos, el coach te realiza una serie de preguntas, las cuales analizan tu estado de ánimo, la relación que tienes con tus compañeros de trabajo y jefes, cuáles son las habilidades que posees y qué te hace falta para potenciarlas, entre otras preguntas. Esto permitirá que la persona se conozca profundamente y pueda desenvolverse de una mejor manera en el campo laboral.

Otras razones por las cuales las personas deben solicitar ayuda de un coach son las siguientes:

• Si se encuentra viviendo una etapa de cambio fuerte (cambio de residencia, separación de parejas, problemas en el trabajo, proceso familiar, entre otros).
• Cuando necesites eliminar los factores negativos que aquejan la vida.

Ventajas

Muchos confunden el trabajo de un psicólogo con el de coaching, pero existen diversas diferencias que las personas deben de conocer para no perder el tiempo.

El proceso de coaching aporta un gran beneficio en el desarrollo profesional y personal para aquellas personas que buscan mejorar en diferentes áreas, incluyendo salud, economía, ocio, trabajo y familia; mientras que un psicólogo ofrece una orientación en materia médica, si la persona sufre de ansiedad, depresión o algún tipo de fobia.

Para Alejandro Esis existen, además, otras ventajas que ofrece el proceso de coaching:

• Recursos y herramientas: a través de libros, audios, formación y conferencias te ayudan a tener una mayor claridad sobre el asunto.
• Acción: atrás quedan las excusas del tipo “yo no puedo” o “yo no sirvo para esto”. Con la orientación indicada podrás no solo dejar las limitaciones, sino accionar y trabajar por lo que más te gusta sin ningún tipo de problemas.
• Formación y experiencia: A través de las experiencias hay un mayor crecimiento, así que ¡adiós miedo!

Otro mito que se debe romper es el hecho de pensar que después de cierta edad ya se acabaron las metas en la vida, esto es totalmente errado, ya que da igual que tengas 30,40 o 50 años, lo importante es decidir qué quieres hacer y cómo lo quieres hacer.